Por qué HIRU

Aún hoy, puedes sufrir discriminación según tu raza, género, lugar de nacimiento, o incluso según la enfermedad que padeces.

Es comprensible que países más ricos inviertan más en investigación. Pero esto hace que los investigadores se vean forzados a migrar en búsqueda de becas, y esto empeora las cosas para los países con menos recursos.

No todas las enfermedades son igual de frecuentes, ni afectan de la misma manera a todas las poblaciones; y cada enfermedad tiene distinto impacto económico en los países. Por esto es prácticamente imposible ser “justo” e invertir igualitariamente en todas las enfermedades.

LA BRECHA DE GÉNERO

Si eres una mujer investigadora, esto solo empeora las cosas.

Según un estudio del 2015, los equipos liderados por hombres tenían un 19% más de probabilidad de recibir financiación comparado con las mujeres. Actualmente, hay menos mujeres líderes o a cargo de proyectos de investigación en todo el mundo. Además, si una mujer trabaja en investigación, es más probable que reciba un salario inferior o tenga un puesto temporal. 

DISCRIMINACIÓN RACIAL

Desafortunadamente, aún existen desigualdades raciales en investigación. El instituto nacional de salud en EE.UU. (National Institutes of Health, NIH) llevó a cabo dos estudios en 2011 y 2019 que evidencian este hecho. El primer estudio, encontró que los investigadores de raza negra tenían un 10% menos de probabilidades de recibir financiación por parte del NIH. El segundo, más reciente, demostró que la desigualdad aún persistía, e identificó sus posibles causas. Otro estudio publicado en el 2018 en PLoS ONE describió hallazgos similares.

Una investigación reciente enfatizó la problemática añadida: la investigación de laboratorio es sistemáticamente más valorada que aquella enfocada en el paciente.

LOS INTERESES ECONÓMICOS (OCULTOS)

La relación entre la industria farmacéutica y los profesionales de salud está llena de controversias. No es ningún secreto que la ‘Big Pharma’ es la industria más lucrativa en EE.UU.—y probablemente en todo el mundo. Varios estudios han expuesto la influencia que tiene la industria sobre la asistencia médica. Un estudio encontró que la prescripción era irracional, al ser influenciada por la relación entre profesionales y visitadores médicos. Otro artículo describió que la información proporcionada por la Industria aumentaba los costes y empeoraba la calidad de la prescripción. 

Los estudios en los que los pacientes son invitados a participar en la fase inicial o de diseño de un estudio son prácticamente inexistentes.

Por otro lado, los estudios de tratamientos homeopáticos (en oposición a los halopáticos) o naturales son escasos en la literatura médica.

¿Y DÓNDE ESTÁN LAS PERSONAS?

Para empeorar las cosas, un número no despreciable de artículos es publicado cada año a pesar de no tener ninguna utilidad o aplicabilidad en la práctica. Por ejemplo, en un estudio publicado (en una prestigiosa revista) evaluaron el atractivo físico de las mujeres con endometriosis. ¿Es necesario invertir tiempo y dinero en esta clase de estudios cuando estas mujeres viven con dolor pélvico crónico y están esperando un mejor tratamiento? ¿Cuál es el beneficio para las mujeres o la aplicabilidad de este tipo de estudios? Este estudio alimentó la controversia sobre la discriminación—y con toda la razón. 

Como estas mujeres con endometriosis, muchas personas con diferentes enfermedades están viendo como los avances científicos no siguen de la mano sus necesidades. 

Por estos y muchos otros motivos decidimos confrontar la investigación médica, porque es desigual, costosa, y sesgada. Es hora de cambiar las cosas, trabajar juntos y caminar hacia un futuro mejor, con menos desigualdad y más oportunidades para investigadores y pacientes.

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