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Por qué es importante: la pandemia por COVID-19 ha causado un gran impacto en la sociedad a nivel mundial, y sus consecuencias han sido peores en las personas con más riesgo, entre las cuales están las embarazadas.
Visión general: actualmente se conoce mucho sobre el virus SARS CoV-2 y la enfermedad por COVID-19 y sus implicaciones en el embarazo. Principalmente aumentan algunos riesgos para la madre, mientras que no parece haber riesgos para el feto. Las medidas frente a COVID-19 incluidas las vacunas han demostrado ser útiles en la prevención de la población gestante.
Los números:
- El riesgo de ingresar en la UCI por COVID-19 es 3 veces mayor en las embarazadas, además tienen mayor mortalidad.
- En Navarra, entre 2020 y 2021, de las gestantes con COVID-19, un 15% presentó parto prematuro (esto es 3 veces más que en la población general). De las embarazadas que requirieron ingreso hospitalario o presentaron complicaciones niguna estaba vacunada.
Si, pero… por desgracia la información recibida por la población hasta el 2021 ha sido confusa, y en ocasiones los medios de comunicación (e incluso los mismos profesionales sanitarios) no han tenido claridad a la hora de informar o recomendar.
Lo que sigue: se debe seguir investigando sobre los efectos de las vacunas específicamente en la población gestante, así como las consecuencias que pueda tener la COVID-19 o las vacunas en la salud femenina, incluida la fertilidad o la salud menstrual.
En resumidas cuentas: Se deben seguir las mismas recomendaciones para evitar la infección que en la población general: si estás planificando embarazo, vacúnate, si estás embarazada, también. La dosis de recuerdo también se recomienda si estás embarazada.
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El pasado 14 de diciembre de 2021, continuando con el ciclo “Protagonista de tu salud: piensa, siente, haz” con la colaboración del Ayuntamiento de Pamplona, se llevó a cabo la última actividad organizada por HIRU, en esta ocasión el tema a tratar fue la COVID y Gestación. La charla tuvo lugar en la sala de usos múltiples del ayuntamiento de Pamplona situada en la calle Calderería en formato híbrido (presencial y online), y en ella participó la Dra. Ana Perez Rodriguez. La Dra Perez es ginecóloga especialista del servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario de Navarra en Pamplona y la coordinadora de los casos de COVID-19 en gestantes.
La Dra Pérez comenzó la charla explicando cómo cambió la atención al embarazo y prenatal durante la pandemia. Se pasó en cuestión de meses a atender a las pacientes de bajo riesgo por vía telefónica. Aumentaron los problemas de ansiedad y mentales de las embarazadas durante la pandemia por el miedo a la infección, por el aislamiento, problemas económicos, por los cambios en la atención prenatal y atención durante la pandemia. Además, sabemos que la embarazada tiene más riesgo de complicaciones por COVID-19 durante el embarazo.
A continuación se explicó cómo afecta la COVID-19 en el embarazo. Las particularidades son que la mayoría son asintomáticas o con síntomas leves como un resfriado común con tos seca, fiebre, cansancio, cefalea o dolores musculares, entre otros. A veces es complicado el diagnóstico porque muchos se asemejan a los síntomas del embarazo normal (como dificultad para respirar, congestión, cansancio, cefalea o náuseas y vómitos. Además, otra particularidad es la presencia del feto que también puede afectarse con la infección de la madre.
Inicialmente, no se conocía exactamente cuánto riesgo más tenían las madres, pero se ha ido viendo que existe mayor riesgo de complicaciones que en la población general, sobre todo de neumonía grave; más al final del embarazo y tras el parto, por cambios fisiológicos del embarazo que lo favorecen. Hay más riesgo de ingreso en UCI (el riesgo es 3 veces mayor) o de mortalidad comparado con la población de la misma edad. También la CODIV-19 aumenta el riesgo de trombosis.
Respecto al riesgo fetal, no se ha demostrao transmisión del virus al feto durante el embarazo o lactancia, ni un aumento en el riesgo de aborto o de malformaciones. Sí que aumenta el riesgo la presencia de fiebre que puede por sí sola provocar malformaciones por el proceso inflamatorio asociado, de modo que se recomienda tratar la fiebre activamente si en estos casos de COVID-19. Si por ejemplo hay una neumonía que disminuye la oxigenación fetal, aumenta el riesgo de parto prematuro, que es secundario a esa falta de suministro de oxígeno que sufre el feto, y por esto hay que sacarlo antes.
Para evitar la infección se recomiendan medidas igual que en la población general, para la embarazada y las personas de su entorno: mascarilla, distancia, lavado de manos, ventilación de espacios, evitar aglomeraciones y limitar el contacto con personas.
Como herramienta adicional existe también la vacuna. Con la vacunación en embarazo hubo muchas trabas al principio, desde Sanidad, la Agencia Española del Medicamento, los medios de comunicación, o desde los propios profesionales que no tenían pautas claras. En la etapa inicial que se evaluaron las vacunas, no se hicieron análisis en población gestante; cuando empezaron a administrar en diciembre de 2020 vacunas a la población general, aunque la gestante se reconocía como de alto riesgo, no se recomiendaba la vacuna alegando que no había vacunas específicas para embarazadas. Entre febrero y junio del 2020 siguieron sin recomendar la vacuna de forma generalizada en embarazo, pese a haber ya muchas vacunas disponibles, y se empezó a hablar que en otros países había ya experiencia vacunando gestantes; fue entonces que se empezó a recomendar en pacientes embarazadas de alto riesgo. A partir de junio del 2020 se comenzó a recomendar la vacuna activamente a todas las embarazadas. Pero en los medios de comunicación se trasladaba a la población ciertas trabas y miedos a la vacuna. Las vacunas recomendadas a las embarazadas son las de mRNA (ARN mensajero).
Desde el Hospital de Navarra a las gestantes les recomiendan desde entonces la vacuna contra la COVID pero siempre la decisión es de la paciente conociendo los riesgos y beneficios. Los beneficios que incluye la vacuna son que disminuye el riesgo de contagio, de mortalidad, de ingreso en UCI o de complicaciones mayores. En contra, tenemos que explicarles que no han sido específicamente probadas en embarazadas, pero hay un amplio uso de ellas, y los efectos secundarios (que no afectan al embarazo) suelen ser leves como molestias en el brazo, cansancio, dolor muscular, febrícula o cefalea.
En nuestro medio, si estás embarazada, pueden hacerte una prueba de coronavirus: si tienes síntomas, has estado en contacto con alguien positivo o ingresas en el hospital.
En el Servicio Navarro de Salud cuando se detecta un caso de coronavirus hay un sistema de seguimiento. Se notifica al equipo de rastreo y a la sección de obstetricia del hospital desde donde se llama a la paciente y se le da información sobre los síntomas que puede desarrollar, los síntomas por los que debería acudir al hospital, se dan una serie de medidas y se ajustan las visitas del embarazo o pruebas que a veces hay que hacer aunque esté en aislamiento.
De los datos que se han registrado desde marzo de 2020 hasta noviembre de 2021 del embarazo hasta el postparto (6 semanas), se han recogido 624 pacientes en total. Han ingresado en total 36 gestantes por neumonía, el 85% estaban en el tercer trimestre. Un 15% tuvieron parto pretérmino (3 veces más que en la población general). Ninguna de ellas estaba vacunada. Nueve de ellas ingresaron en la UCI y 4 precisaron una cesárea urgente por empeoramiento clínico de la madre, y todas fueron partos pretérmino.
Los mensajes clave a transmitir son: seguir las recomendaciones para evitar la infección al igual que en la población general. Si estás planificando embarazo, vacúnate, si estás embarazada, también. La dosis de recuerdo también se recomienda si estás embarazada y han pasado más de 6 meses desde la última dosis si fue de mRNA, o 3 meses si fue la vacuna de AstraZeneca.
Posteriormente, se pasó al turno de ruegos y preguntas. Se trataron cuestiones como cuántas ecografías se deben realizar en embarazo si se ha contagiado de COVID-19 (no es necesario si es infección leve). También se habló sobre las investigaciones pendientes en COVID-19 y embarazo: evaluar las guías de actuación y unificarlas, estudiar las vacunas específicamente en la población embarazada, estudiar los efectos de la vacuna en la fertilidad o en la menstruación. Se preguntó sobre dónde buscar información verificada sobre COVID-19 y embarazo (se recomienda la web del ministerio de sanidad o la de la CDC). Otros aspectos comentados fueron: el porcentaje de embarazadas que están vacunadas, las medidas frente a COVID-19 en el parto, el paso de anticuerpos al recién nacido desde la madre (se ha demostrado aunque no se sabe el significado que tiene), y las dosis de refuerzo.
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