Cáncer de mama

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La idea global:  Los avances científicos han permitido mejorar el diagnóstico y la supervivencia del cáncer de mama en los últimos años, pero aún falta incidir en la prevención con hábitos saludables así como en tratamientos personalizados y menos agresivos. Se debe tener en cuenta las preferencias personales de cada persona con cáncer de mama a la hora del tratamiento y de los futuros estudios de investigación.

Por qué es importante:

  • El cáncer de mama es el más frecuente en mujeres de todo el mundo, especialmente en países de renta alta (industrializados o más desarrollados). Aunque la mortalidad ha disminuido en los últimos años, los casos de cáncer metastásico siguen teniendo una corta esperanza de vida. 
  • El diagnóstico conlleva una carga psicológica importante, por lo que es crucial brindar apoyo integral a las personas afectadas desde colectivos como el de SARAY.

En breve: el cáncer de mama tiene factores de riesgo y protectores conocidos, algunos pueden ser modificables (la alimentación, el tabaco, etc.), y el tratamiento es cada vez menos radical y más personalizado a cada paciente y tumor. Se está investigando en aspectos como el cáncer en el embarazo, el diagnóstico precoz, y el tratamiento menos agresivo. 

Los números

  • El cáncer de mama es 7 veces más frecuente en mujeres mayores de 50 años (comparado con las menores de 50)
  • Las mujeres con sobrepeso u obesidad tienen casi 3 veces más riesgo de padecerlo comparado con el riesgo de aquellas con un peso normal (IMC > 27 vs. IMC < 21)

Lo que dijeron:

  • El Dr. Córdoba resaltó que “No solo cada cáncer de mama es único, sino que cada persona con cáncer de mama es única” y que la responsabilidad de los médicos es “ajustar el tratamiento teniendo en cuenta el tumor, la evidencia científica y los valores de las pacientes”.
  • Por su parte, Yaki Hernández (SARAY) reflexionó sobre la manera de afrontar la enfermedad: “El cáncer es un freno de mano en la vida y la actitud con la que te enfrentas tiene que ver en la recuperación”.

Lo que sigue: los estudios deben tener en cuenta las preferencias de las personas con cáncer de mama. La supervivencia no es lo único importante a la hora de evaluar los resultados (de los estudios) en el tratamiento del cáncer de mama, es imprescindible evaluar la calidad de vida y aspectos subjetivos de cada persona.

Sí, pero: a pesar de los avances en el diagnóstico precoz y el tratamiento, aún queda mucho por hacer respecto al cáncer de mama metastásico que generalmente tiene un mal pronóstico pero poca visibilidad.

En resumen: actualmente los tratamientos para el cáncer de mama son cada vez más personalizados. Debemos seguir avanzando en la prevención con medidas como la alimentación y la actividad física, así como investigar en el cáncer de mama metastásico, así como las preferencias personales de las mujeres con cáncer de mama.

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El pasado 13 de octubre de 2021, continuamos con el proyecto “Protagonista de tu salud: piensa, siente, haz.”, en colaboración del Ayuntamiento de Pamplona, con una actividad  dedicada a Cáncer de mama coincidiendo con la semana del cáncer de mama (19 de octubre)En esta actividad, que tuvo lugar en el Civivox Milagrosa de Pamplona en formato híbrido (presencial y online), contamos con la participación de Octavi Córdoba y la asociación Saray. El Dr Córdoba es médico especialista en Ginecología y Obstetricia, investigador, profesor de la UIB y jefe de servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Son Espaces de Palma de Mallorca con muchos años de experiencia dedicado a este tema. La asociación SARAY fue creada en Navarra en 1996 con el fin de promover la atención integral a las personas con cáncer de mama principalmente en el ámbito socio-sanitario, colabora con los profesionales implicados en la patología mamaria y aportando valor para contribuir a la investigación sobre el cáncer de mama y a la sensibilización de la sociedad. Desde su asociación nos acompañó Yaki Hernández, psicóloga y directora técnica de SARAY.

La charla comenzó con la intervención del Dr Córdoba. Explicó su amplia experiencia de años trabajando dedicado al cáncer de mama específicamente focalizado en tratar a las mujeres que lo padecen durante el embarazo o que lo buscan posteriormente.

La sesión buscó hacernos entender conceptos básicos sobre el cáncer de mama por lo que se dividió en los siguientes bloques: introducción, diagnóstico, genética del cáncer, tratamientos, hábitos saludables, y líneas de investigación en marcha. 

El cáncer de mama es el cáncer más frecuente en mujeres en todo el mundo a cualquier edad, especialmente en países desarrollados. Además es uno de los cánceres que mayor mortalidad tiene precisamente debido a la alta incidencia pero no porque sea más mortal que otros cánceres, dado que se ha avanzado mucho en el tratamiento ahora. En los últimos años ha ido en aumento la incidencia, pero no así la mortalidad, que bajó drásticamente en los años 90 gracias a la introducción del tamoxifeno y quimioterapias más eficaces—entre otros. 
¿Cuáles son los factores que aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama? Estos son principalmente: el sexo femenino, la edad (a mayor edad mayor riesgo), la obesidad, los estrogenos (nieveles aumentados crónicamente), la alta densidad mamaria, el uso de alcohol y/o tabaco, las radiaciones, y el trabajo nocturno.
En contraste, existen otros factores que nos protegen tales como: hacer ejercicio (sobre todo 2-3 h a la semana), la lactancia materna (cuantos más meses mejor), tener un primer embarazo antes de los 30 años, y tener una dieta rica en aceite oliva virgen extra.

El diagnóstico del cáncer de mama suele ser en general por mamografía, aunque también puede sospecharse por cambios en la mama (en la piel, por ejemplo retracción, o autopalpación de bultos, cambios en el pezón o secreciones, entre otros). Ante estos cambios es importante consultar a un especialista para poder realizar las pruebas necesarias, en primer lugar una mamografía. En algunos casos se debe añadir una ecografía o resonancia. Una vez estudiado el tumor localmente (en la mama y ganglios) se pueden indicar otras pruebas para ver si el cáncer ha afectado al resto del cuerpo como la tomografía (TC), gammagrafía ósea, o PET-TC.
El objetivo de todas estas pruebas es conocer cómo de avanzado está el cáncer, pero igualmente siempre necesitamos confirmar mediante una biopsia para ver qué tipo de cáncer es y dirigir así el tratamiento mejor.

En cuanto a la genética del cáncer, el Dr. Córdoba aclara que cuando se habla de genética se puede referir a dos conceptos diferentes: la herencia familiar o genética y las mutaciones genéticas que aumentan el riesgo de cáncer. Tan solo un 10% de los casos son debidos a mutaciones germinales (es decir aquellas que afectan a todas las células del cuerpo, y por ello se pueden heredar a la descendencia). La más frecuente en mama es la mutación del BRCA 1 y 2, pero también existen otras mutaciones como el síndrome de Lynch o Li fraumeni. Estas mutaciones, a pesar de que afectan a todas las células del cuerpo y nos confieren un mayor riesgo, no significan que el riesgo de padecer cáncer sea de 100%.
La mayoría de los casos de cáncer de mama se deben a mutaciones sobre las células de la mama, llamadas mutaciones somáticas (diferente a las germinales), pero estas no se transmitirán a la descendencia. Estas mutaciones pueden ser debido a “noxas” o daños directos como pueden ser la radiación ionizante (rayos X, UV), o el tabaco entre otros.
Otro tema que explicó el Dr. Córdoba fue el de la biología molecular del cáncer de mama, que permite identificar los diferentes tipos de cáncer y clasificarlos. Esto nos ayuda a prever, entre otras cosas, el pronóstico o la agresividad de cada tumor.

El cáncer de mama se puede tratar de diferentes maneras. Puede hacerse un tratamiento local mediante cirugía o radioterapia en una zona en concreto donde está el tumor para quitarlo a nivel de la mama o axila/ganglios. También puede hacerse un tratamiento sistémico o general mediante tratamiento con hormonas, inmunoterapia o quimioterapia.
Nos podemos encontrar en dos escenarios de tratamiento, el ideal es cuando el tumor está en la mama o axila y se realiza un tratamiento con intención curativa para extraerlo totalmente. Otro escenario totalmente diferente es cuando se diagnostica en estadios avanzados o metastásicos, donde el objetivo es cronificar la enfermedad, es decir dar un tratamiento menos agresivo que cuando la intención es curativa y que se pueda dar a largo plazo. Así se busca que esté controlada la enfermedad el mayor tiempo posible con la menor cantidad de síntomas o efectos secundarios.

¿Qué hábitos saludables podemos tener para disminuir el riesgo de cáncer? 

Debemos mencionar primero los hábitos que son modificables, como por ejemplo la obesidad. Disminuir el peso disminuye drásticamente el riesgo, dado que las mujeres obesas tienen 3 veces más probabilidad de padecer cáncer. Bajar de peso por sí solo ya tiene un efecto protector, así como hacer ejercicio, e idealmente manteniendo el índice de masa corporal (IMC) debajo de 25. Otro hábito que disminuye el riesgo de cáncer es dejar de fumar, y muy importante no olvidarnos del alcohol, dado que un consumo—aunque sea moderado en torno a los 20 años— nos aumenta el riesgo; es especialmente crítico incidir a esa edad. La dieta mediterránea que incluye el consumo de aceite de oliva virgen extra nos protegerá de forma muy notable, según los datos del estudio PREDIMED (con datos publicados sobre prevención del cáncer de mama). Como es bien sabido, la lactancia materna protege siempre, pero sobre todo frente a los cánceres más agresivos.
En mujeres con alto riesgo genético les podemos plantear control periodico mediante resonancia magnética (RM), prevención con fármacos quimioterápicos o anticonceptivos, y en última instancia ofrecerles una cirugía reductora de riesgo (mastectomía bilateral y extirpación de ovarios y trompas).
Para acabar, el Dr. Córdoba dio unas pinceladas sobre las líneas de investigación en marcha actualmente. Algunas de ellas buscan reducir tratamientos innecesarios o excesivos así como la radicalidad, y enfocarse en tratamientos más dirigidos a las características del tumor. Además en el diseño de los estudios realizados se buscan otras variables que las pacientes refieren como importantes (que tal vez los investigadores no tenían en cuenta antes), por ejemplo síntomas como la fatiga, depresión, función sexual, autoimagen, etc. Antes los estudios se focalizaban más en la supervivencia u otros factores más objetivos o de interés médico, ahora se enfocan más en calidad de vida.
Algunos ejemplos de estudios que se están desarrollando actualmente son: POSITIVE (estudia la seguridad de una “ventana” de tamoxifeno—periodo de tiempo sin tomar ese fármaco— para tener un embarazo), ADARNAT (estudia la posibilidad de obviar la linfadenectomía en algunos casos), NiToNo (también evalúa la prescindencia de la linfadenectomía tras la quimioterapia), ERERECAM (estudia la influencia de la dieta en la supervivencia del cáncer de mama), otros también están estudiando el diagnóstico precoz de cáncer de mama en leche materna, la influencia de la dieta mediterránea y la respuesta al tratamiento hormonal, entre otros.

Para concluir, se debe hacer énfasis en que cada persona con cáncer de mama es única, y tenemos el deber de ajustar el tratamiento a cada una teniendo en cuenta las características de su tumor, la evidencia científica, y sus preferencias personales y valores.

«No solo cada cáncer de mama es único, sino que cada persona con cáncer de mama es única.«

En un segundo tiempo intervino Yaki Hernández, representante de la asociación SARAY. Ella explicó que la Asociación da atención a las personas y familiares afectados de cáncer de mama con el objetivo de escucharlos y acompañarlos. Desde la asociación creen que es importante focalizar los esfuerzos siempre en un diagnóstico precoz, dado que de esta manera se podrá con mayor probabilidad tratar a la persona con objetivo curativo. Sigue siendo pese a su buena supervivencia un diagnóstico que hace que la mujer tenga que enfrentarse a muchos miedos hacia el tratamiento y sus consecuencias.

“La palabra cáncer sigue siendo una palabra tabú y estigmatizante.”

Por eso, una de las peleas de la asociación es precisamente querer quitar el rol de enfermas. Ven como un reto que la gente deje de mirar con pena a las mujeres con cáncer.
Además, en SARAY después de 25 años de pelea, están consiguiendo que el cáncer de mama metastásico se visibilice. Uno de los retos más difíciles para las personas que trabajan en la asociación es justamente acompañar a estas personas con un diagnóstico de vida corto para afrontar esa situación.
También quieren quitar miedos a las personas que se enfrentan al cáncer de mama por primera vez. El cáncer de mama es especial porque crea una sensibilidad particular en la población y afecta en muchos aspectos a la vida de la mujer durante el tratamiento, como puede ser a la sexualidad y a la pareja. Si el cáncer se presenta a edades tempranas, a muchas les afecta además a la fertilidad haciendo que tengan que afrontar el doble duelo del cáncer y el de no poder ser madres. Aunque hay comunidades—como Navarra— donde las mujeres pueden hacer una ventana en el tratamiento para ser madres, hay muchas que no pueden hacerlo.
En el de mama así como en otros cánceres siempre tienen que trabajar mucho la autoestima, porque la persona tarda mucho tiempo en verse y aceptarse en su nuevo cuerpo. No solo por las cicatrices sino por los cambios físicos que puede suponer—por ejemplo— una menopausia o una caída de cabello por quimioterapia, y tener que enfrentarse así a la sociedad. Por eso gran parte del trabajo en SARAY es escuchar a la gente, escuchar sus miedos y trabajar la autoestima.

Aprender a vivir cada día, el futuro no existe y el pasado tampoco.”

“Cada día es único e irrepetible y el momento que pasa ya no vuelve, ese sí que se ha perdido. Aprender a vivir con un cáncer te enfrenta a eso a vivir de otra manera, esa es la parte positiva” afirmaba Yaki.
Según ella, no se incide suficiente en el aspecto psicológico de las pacientes con cáncer de mama, cree que siguen un patrón de personalidad. Las define como personas que siempre están activas, siempre tirando del carro. Cree que hay que enseñarles a partir del cáncer en primera persona, que lo importante son ellas. “Si no estoy bien, no puedo dar a los demás” enfatizaba. El cáncer es un freno de mano en la vida y la actitud con la que te enfrentes tiene que ver en la recuperación.

Respecto a la situación actual del cáncer de mama en Navarra, Yaki cree que las mujeres son más afortunadas. Hay acceso a tratamientos más personalizados, y se tiene en cuenta a los pacientes en la toma de decisiones. En los últimos años ha habido un cambio en los tratamientos que ya no siguen protocolos tan estandarizados sino que son más personalizados al tumor.
Sigue habiendo listas de espera en revisiones y no se cumplen los tiempos de espera que se indican en la visita previa, lo cual genera angustia, ansiedad y miedo. Desde SARAY siguen luchando porque disminuyan las listas de espera. 

Finalmente, en la ronda de preguntas de la mesa redonda, se abordaron varias preguntas y comentarios. Algunas de ellas fueron en torno al estilo de vida que aumenta el riesgo de cáncer de mama, los disruptores hormonales y su relación con el cáncer de mama, la genética y el cáncer, la prevención del cáncer, las autoexploraciones, el cáncer de mama en varones, el estigma y las secuelas de los tratamientos, el cáncer de mama metastásico, la investigación, los factores psicológicos y de personalidad estresantes que lo causan, las personas transgénero que utilizan tratamientos hormonales y el aumento en el riesgo de cáncer, así como la importancia de incluir a las personas en investigación.

Puedes ver el video de la actividad aquí ▶️

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